Desde sus orígenes, la guerra nuclear y la caída del orden mundial han sido una de las principales fuentes de inspiración del metal. Buena parte de ello se entiende a partir del contexto en el que surge, Guerra Fría, crisis de los misiles, guerra química y crímenes de lesa humanidad.
Si bien, hoy en día estas cuestiones nos pueden parecer lejanas, el auge del neofascismo en el contexto de cambio climático nos obliga a pensar el desarrollo de las guerras en el futuro, sus objetivos, alcances y especialmente, sus resistencias.
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