Conversamos con Jenny y Ximena, dos chilenas residentes en España que están organizando junto a otras personas el evento “Los Ojos de Chile”, actividad solidaria que tiene por objetivo reunir fondos para apoyar económicamente a las personas que han sufrido lesiones oculares en la revolución que se inició el 18 de octubre en el país sudamericano. Con más de una década viviendo en España, Jenny y Ximena también nos invitan a hacer paralelismos entre cómo nos afecta en Europa el Capitalismo y cómo en Latinoamérica…quizás la situación de este territorio no sea tan distinta a la que ha estallado en Chile, Ecuador, Colombia, etc. y encuentra respuestas similares en las manifestaciones que no se detienen en Francia, por ejemplo.
El evento a beneficio se realizará a las 19 hrs. el día domingo 26 de enero en el Teatro Isidro Olgoso (c/ Pintor Manuel Maldonado s/n, 18007 – Zaidín, Granada) y tiene un valor de 5€ preventas y 7€ taquilla, puedes consultar los puntos de venta en la imágen del evento.
La actividad consiste en una performance multidisciplinar, participan:
– Claudia, pintura in situ (se venderá la obra durante el evento)
– Cais (dúo)
– Oh my Rita!
– Jan y Nayra
– Laura Verá (poesía)
– Por un puñado de dólares (rock)
– Lidi Saura (rap)
– Performance el violador en tú camino ( Teatro las Oprimidas)
– Bembe Batucada
– Nadia (danza árabe)
– Out of Range (música electrónica experimental)
Cabe mencionar que Chile es el país cuna y laboratorio del neoliberalismo, política económica y social que se impuso durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973 – 1992), manteniendose su legado en la Consitución de 1980, carta fundamental que los partidos de la transición a la democracia sólo han maquillado, pero no han cambiado. Desde octubre de 2019 la población se ha revelado ante las injusticias, superando con creces un conflicto ligado simplemente al poder ejecutivo: Estatuas de conquistadores derribadas, calles renombradas, demandas que apuntan a una mejor calidad de vida en vez de reformas superficiales, así como también la expulsión de las manifestaciones y eventos públicos de personas identificadas como agresoras hacia sus compañeras o por el no pago de pensiones. Pareciera ser que el “oasis de latinoamérica” que tristemente afirmaba un político días antes del inicio de las protestas es una ilusión que se sostenía a base de la explotación de la mayor parte de la población. Chile despertó, y la gente dijo “no más”.
Les estudiantes secundarios (niñas, niños y adolescentes de entre 14 y 18 años) han impulsado este llamado a la acción, cuestionando el modelo e iniciando el estallido con un llamado a evadir el Metro, principal medio de transporte de la capital. Debido a esto es que la represión se ha centrado en los centros estudiantiles y en contra de sus dirigentes.
En este contexto de revueltas y demandas al Estado, la represión por parte de las clases dominantes no ha cesado, dejando como resultado torturas, persecución, detenciones ilegales y montajes, y uno de los casos más bullados del actuar de las autoridades ha sido la política de mutilación de los globos oculares, ya que la policía ha disparado balines de acero a los y las ciudadanas, dejando como resultado un total de – hasta la fecha – 359 heridxs, algunxs perdiendo totalmente su visión. A esto hay que añadir muertxs y presos políticos que van sumando cada día de protesta. La política internacional se ha mantenido en un cómodo silencio, pues Chile representa la apuesta de la economía en la que vivimos la mayoría de les habitantes del Occidente mundial.
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